Jorge Novo Negrillo.
Geólogo, Master en gestión de aguas.
Experto en permacultura, medio ambiente y tecnologías sostenibles.
Desde los primeros surcos que condujeron
agua, convertidos en acequias y canales en su madurar, se tuvo claro que la gravedad
era un factor decisivo en el manejo de las aguas. A favor de la gravedad, era
fácil, relativamente, dirigir el agua.
Se parte del concepto de graduar la energía
potencial del agua, captada en las alturas, para dirigirla a su destino elegido,
lo que en terminología de los acequieros se denomina “levantar el agua”. Para
mantener esta energía potencial, con las mínimas pérdidas posibles, lo más
sencillo es mantener la cota, adecuando una ligera pendiente en la construcción,
a favor de la dirección que ha de seguir el agua guiada; la finalidad, aparte
del transporte, es muchas veces aumentar la infiltración en el terreno.
Si observamos la naturaleza, podemos intuir muchos modelos donde el humano pudo haber observado las claves que originaron estas técnicas. La intuición apunta directamente a que ciertos sistemas de siembra de agua partieron de la observación del medio: Así estos "caminos del agua" (acequias) pudieron ser inspirados, en mi opinión, en caminos de animales e incluso del mismo hombre, las pistas y veredas dejadas, que fueron tomadas por las aguas, dando lugar a caminos del agua.
Si observamos la naturaleza, podemos intuir muchos modelos donde el humano pudo haber observado las claves que originaron estas técnicas. La intuición apunta directamente a que ciertos sistemas de siembra de agua partieron de la observación del medio: Así estos "caminos del agua" (acequias) pudieron ser inspirados, en mi opinión, en caminos de animales e incluso del mismo hombre, las pistas y veredas dejadas, que fueron tomadas por las aguas, dando lugar a caminos del agua.
Veredas en una ladera. |
Podemos visualizar esta tesitura en lugares montañosos
de todo el mundo, donde los mamíferos que se
desplazan por las laderas (hombres, vicuñas, Yak, etc.), realizan sus travesías a la misma cota, buscando el ahorro de energía,
manteniendo un gradiente de pendiente constante .
Si estas rutas son muy frecuentadas el
desgaste del terreno, con el tránsito y con el tiempo, da lugar a una sección cóncava por la
cual puede circular el agua.
En los casos en los que estas veredas
se cruzan con cauces naturales es incluso posible que desvíen, en mayor o menor
grado, parte del caudal de los mismos en periodos de crecidas.
Así, cuando se producen las precipitaciones, el agua de escorrentía discurre por la superficie de la ladera, tendiendo a concentrarse en las
zonas de menores cotas, como barrancos y cauces fluviales.
Ahora,
observando la imagen adjunta, podemos imaginar la trayectoria de una gota que circula por la ladera y que,
al llegar al camino-vereda que mencionábamos, evidentemente,
cambiará su trayectoria.
Escorrentía sobre la ladera. |
Efecto sobre los flujos superficiales al intersectar con las veredas. |
Quizás este hecho, que hemos expuesto, sea lo que inspiró a los primeros "ingenieros del agua", o quizás fuesen otros modelos naturales. En todo caso, la consecuencia trascendente fue que el hombre logró entender cómo dominar un recurso imprescindible, que antes era indomable...
Genial explicación de un proceso tan simple y a la vez tan importante para el desarrollo de las civilizaciones! Gracias Jorge por compartirlo.
ResponderEliminarGracias por el comentario!!
ResponderEliminarEs bonito pensar que la humildad de una vereda puede mantener en secreto los primeros pasos de las grandes civilizaciones. Si tuviéramos que decantarnos por un origen de estas técnicas, en el caso de las acequias de montaña, aplicando el principio de la navaja de Ockham, lo expuesto tendría mucho sentido.
Qué mejor manera para difundir estas tecnologías adecuadas que con un lenguaje cercano que podamos entender todos.
Esperamos estar a la altura de las expectativas y os invitamos a seguir el camino que ahora comenzamos, donde pretendemos poner a debate estas técnicas, sus orígenes, las coincidencias constructivas en lugares y tiempos alejados, sus ventajas, sus campos de aplicación y utilidad en el presente como parte de las posibilidades a tener en cuenta por una sociedad equilibrada y en armonía con el medio ambiente, frente a los retos que el futuro nos depara.
Me acordé leyendo este artículo, un minidocumental en la parabólica alemana, acerca de la "manía" que tenían antes los alemanes, de enderezar todo, es decir, hacer que el curso del rio fuera recto y simétrico y como en los últimos años, han cambiado esa percepción y están intentando respetar el curso natural del agua y utilizar elementos naturales (quizás cuando volvamos a coincidir, te lo detallo en palabras) para eliminar la "rigidez" que durante décadas tenía esos ríos y otras corrientes de agua. FELICITACIONES por el artículo.
ResponderEliminarGracias por el comentario David. Muy interesante el tema que comentas; es cierto que durante mucho tiempo el hombre ha intentado modificar los medios naturales a su capricho, no pocas veces basándose en conceptos erróneos que en el papel de diseño, bajo prismas de visión rígidos, funcionan muy bien pero en la práctica cojean. Desde luego la tierra "experimentó" antes que nosotros muchos modelos y demostró mediante la permanencia histórica cuales eran los más estables o como está de moda ahora llamar: sostenibles. En la lucha por la ocupación terrestre no pocas veces nos olvidamos de que este es "un pequeño Globo" donde todo está relacionado, aquello que hacemos mal, nos pasará factura y nos llevará muchos quebraderos de cabeza. Cada vez entendemos mejor como son los procesos naturales y la tendencia debería ser acoplarnos nosotros a estos, acercando más nuestras actividades a la escuela natural. Mi opinión es que dejemos a la tierra ser y seamos nosotros mismos los que nos acerquemos a esta, participando de la plenitud, belleza... de la comunidad de vida que en este planeta prospera. Un abrazo amigo!
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